La energía eólica y la energía solar representan dos de las fuentes más prometedoras y sostenibles de energía renovable en nuestro mundo actual. Ambas aprovechan las fuerzas de la naturaleza para generar electricidad, pero lo hacen de maneras distintas y con tecnologías únicas. Las renovables Las energías renovables, como la solar fotovoltaica, la solar térmica, la eólica y la hidráulica, son consideradas algunas de las mejores alternativas para mejorar el medio ambiente debido a su capacidad para generar electricidad sin emitir, en principio, contaminantes o gases de efecto invernadero. Estas fuentes de energía aprovechan recursos naturales inagotables y están disponibles en abundancia en nuestro entorno, lo que las hace accesibles y sostenibles a largo plazo. La transición hacia energías renovables es fundamental para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático. Además, las energías renovables ofrecen una solución ante la dependencia de import
Con una extensión de
135 000 m² y 3.418 habitaciones, es el Palacio Real de Madrid es el más grande
de Europa Occidental..
El palacio fue construido por orden del rey Felipe V, sobre el solar dejado por el Real Alcázar de Madrid, destruido por un
incendio en 1734.
Filippo Juvara |
Sobre el solar
del Alcázar
Cuando llegó al
trono Felipe V de Borbón en 1700
consideró que el antiguo Alcázar era demasiado austero y estaba anticuado, por
lo que acometió nuevas reformas y lo redecoró al gusto francés de la época.
Pero casualmente, un
incendio en la Nochebuena de 1734 “obligó” al rey, al cual siempre le había
disgustado el Alcázar, símbolo de la Casa de Austria, a ordenar levantar un
nuevo palacio.
En un principio,
Felipe V quiso que el arquitecto encargado del proyecto fuera francés, como él,
para así realizar su palacio soñado a la manera de Versalles. Pero el monarca
tuvo que ceder ante la insistencia de su en ese momento segunda esposa, Isabel
de Farnesio, que quiso por todos los medios que el arquitecto fuese italiano,
como ella.
Así, en 1735 se hizo
venir a España al por entonces afamado arquitecto Filippo Juvara quien ya había
realizado innumerables proyectos existosos.
Juvara, nacido en
Messina en 1678, pertenecía a una familia de orfebres y grabadores y aprendió
la maestría de la arquitectura como discípulo de Carlo Y Francesco Fontana. En
la primera fase de su carrera se ocupó de diseños para ceremonias y
celebraciones, especialmente para teatros.
Maqueta del proyecto de Juvara |
Pero tras ganar un
concurso en 1706 para realizar la nueva sacristía de San Pedro en el Vaticano,
Juvara comenzaría a recibir sus primeros encargos arquitectónicos importantes
fuera del teatro, que le llevaron en 1714 a ser nombrado por Victor Amadeo II
de Saboya primer arquitecto de su corte.
Durante los veinte
años que estuvo en Turín realizando todo tipo de proyectos alcanzó una gran
notoriedad que determinaron su posterior actividad en las cortes más ricas de
Europa (Lisboa, París, Londres...).
El
megaproyecto de Juvara
En abril de 1735
Juvara se encuentra en Madrid, llamado por los reyes de España, donde realiza
una intensa labor de estudio y trabajo para el nuevo Palacio Real; trabajos que
se materializarían en una gran maqueta, hoy desaparecida. Dicha maqueta fue
realizada en maderas nobles siguiendo los planos y las indicaciones del propio
Juvara.
Felipe V |
Se trataba de un gran modelo hecho para un impresionante proyecto de edificio que hubiese
contado con 480 metros de fachada, 34 entradas, 23 patios y varias estancias
complementarias; previsto por Juvara para los altos de San Bernardino, con una
organización de masas horizontales muy similar al de Versalles, cuya planta habría duplicado (el Palacio Real construído solo es una mínima parte del proyecto original de Juvara).
Sin embargo, el
proyecto era imposible de llevar a cabo en la ubicación del antiguo Alcázar. No
había sitio suficiente. Pero Felipe V lo quería precisamente ahí. Aquel lugar
era el símbolo de la monarquía anterior, y el nuevo rey pretendía que el pueblo
viese en su palacio la continuidad de la monarquía borbónica sin ruptura con la
anterior, a sabiendas de que él era un rey extranjero.
Pero el rey no
quería quedarse sin su proyecto de gran palacio, ni tampoco que ningún otro rey
europeo lo consiguiese antes que él ni le superase. Así que el rey apresó a Filippo
Juvara por miedo a que este lo realizara para otro. No contento con esa situación
arrancó a Juvara los ojos por si conseguía realizarlo en papel y lograba
sacarlo por algún conducto de la prisión donde estaba.
Pero ahí no acabaron
las desdichas del arquitecto italiano. Después, le fue cortada la lengua para
que no pudiera contar nada del proyecto, luego le fueron cortadas las manos,
para que no se le ocurriera plasmar el proyecto sobre papel. Más tarde también
le serían cortados los pies, para que no pudiese escapar y contar el proyecto para
ser realizado.
Isabel de Farnesio |
Finalmente, el rey se apiadó del pobre hombre y le cortó la cabeza para que no siguiera sufriendo su desgracia.
Filippo Juvara murió
el 31 de enero de 1736, sólo nueve meses después de haber arribado a la Corte
española.
La construcción del
Palacio Real de Madrid comenzó en 1738, según las trazas de Juvara, pero
notoriamente inferior en extensión, de la mano de Giovanni Battista Sacchetti, su discípulo. Ventura Rodríguez y
Francesco Sabatini también colaboraron en su elaboración.
Filippo Juvara está
considerado el arquitecto italiano más importante del barroco tardío. En España
realizó también los proyectos del Palacio de la Granja y el de Aranjuez.
El primer monarca en
habitar el Palacio Real de forma continuada fue Carlos III, hijo de Felipe V.Y el último Alfonso XII, aunque el último Jefe de Estado fue Manuel Azaña, quien también ocupó el palacio.
El misterio de
las estatuas y una maldición
El
programa escultórico de la fachada principal del proyecto original del Palacio
Real consistía en la coronación de la balaustrada superior con las figuras de
todos los reyes de España desde tiempos de los Visigodos, así como la
instalación de cuatro emperadores romanos. En total unos 108 escultoras de gran
tamaño.
Las estatuas del palacio |
Pero
finalmente, no se colocaron en la ubicación prevista inicialmente. Cuenta la
leyenda que esto fue porque la reina Isabel de Farnesio, muy supersticiosa y de
carácter impresionable, tuvo pesadillas en las que veía como un terremoto hacía
caer una de las estatuas sobre ella aplastándola.
La reina afirmaba, que, estos sueños eran una premonición sobre el final de la monarquía, de modo que pidió
al rey que mandara colocar las estatuas en otro lugar, donde no hubiera peligro
de caída. Pero no obstante se consultó a
un vidente. Este aseguro a la reina que no se trataba de un terremoto,
sino que eran los fantasmas y espíritus, que clamaban venganza. ¿Y qué espíritu
podía ser ese?. Pues ni más ni menos
que el de Filippo Juvara, que habría jurado vengarse de la monarquía por su tan
ignominiosa muerte.
Cornisa del Palacio Real |
Así
pues, las estatuas nunca se colocaron, ni sobre la cornisa, ni en ningún otro
emplazamiento, quedando almacenadas en los sótanos de palacio hasta que Isabel
II, decidió repartirlas, no solo por Madrid, sino por toda la geografía
Española. Y así siguen actualmente, tanto en la plaza de Oriente, frente al
Palacio Real, como otras en los Jardines de Sabatini, algunas más en el paseo
de las Estatuas del Retiro y otras que llegaron hasta Vitoria, Pamplona o El
Ferrol.
Por su parte, en la cornisa frontal de la fachada principal del Palacio Real se colocaron jarrones de gran tamaño, en lugar de las estatuas, para adornarlo. Sin embargo, en la esquina izquierda, según se mira al palacio de frente, se puede apreciar claramente como allí no hay colocado un jarrón, sino la cabeza en piedra de Juvara, mandada poner por el rey a modo de desagravio por el daño recibido.
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