El Santo Grial es uno de los objetos más misteriosos y fascinantes de la historia y de la leyenda. Se trata de la copa o el plato que se utilizó en la Última Cena de Jesucristo, y que según algunas tradiciones, también recogió su sangre en la cruz. El Santo Grial ha sido objeto de búsqueda, veneración y controversia a lo largo de los siglos, y ha inspirado numerosas obras de arte, literatura y cine. Santo Grial de Valencia ¿Qué es el Santo Grial? El Santo Grial es un término que proviene del francés antiguo “san graal” o “san greal” , que significa “santo plato” o “santo vaso” . El origen de este término se remonta al siglo XII, cuando aparecieron los primeros relatos literarios que mencionaban el Santo Grial como un objeto sagrado y maravilloso, relacionado con la vida y la muerte de Jesucristo. Sin embargo, el concepto del Santo Grial es mucho más antiguo y complejo, y se ha ido enriqueciendo y transformando con el paso del tiempo y con la influencia de diversas culturas y tr
El éxito de la
pintura de género de Murillo fue mayor fuera que dentro de España, lo que hizo
que estas pinturas salieran del país después de la muerte de pintor.
En la amplia
producción de Murillo se recogen también alrededor de 25 cuadros de género, con
motivos principalmente, aunque no exclusivamente, infantiles.
Niño espulgándose |
Murillo pintor de género
En España no hubo
una importante escuela de pintura de género como en el norte de Europa y sólo
hubo alguna tendencia en la composición de estos temas.
Bartolomé Esteban
Murillo (1617-1682) se dedicó casi con exclusividad a plasmar escenas de
tipo religioso, pues la clientela, tanto clérigos como laicos, así lo
demandaban, pero también fue una de
esas escasas excepciones de pintor del
tema de género.
Murillo se sintió
implicado y fue partícipe de la preocupación por la pobreza que respondían a la
situación de un país en depresión y crisis de la que la populosa Sevilla,
venida a menos por el traslado del puerto de las Indias a Cádiz, era una buena
muestra. Mendigos, reales y falsos, pícaros y tullidos poblaban las calles de
la ciudad en la que Murillo había nacido y vivía.
Abuela despiojando a su nieto |
Se dice que Murillo pudiera
haber recibido del pintor danés Eberhard Keil, llegado y de los bamboccianti holandeses la influencia para su pintura
de género, pero la elección de sus asuntos, puramente anecdóticos y reflejados
con espontánea alegría, le aleja de ellos creando una pintura de género sin
precedentes con un espíritu naturalista.
Niños jugando a los dados |
Los cuadros de
género de Murillo tuvieron más éxito fuera que dentro de España, lo que induce
a pensar que fueron pintados por encargo de algunos de los comerciantes
flamencos asentados en Sevilla y con destino al mercado nórdico (algunos de
estos cuadros ya se mencionan en los inventarios de la colección real bávara de
los siglos XVII y XVIII adquiridos por Maximiliano de Baviera).
Niños pícaros y
mendigos
Desde
los comienzos de su producción Murillo se sintió atraído por las escenas donde
intervienen niños, tanto en sus pinturas de asunto religioso, a la hora de
representar figuras divinas, como el “Niño Jesús” o “San Juanito”, como de
género con personajes absolutamente reales. Por ello, Murillo se convertirá en
uno de los principales pintores infantiles del Barroco.
Dos niños comiendo melón y uvas |
En sus pinturas de género con niños los que los picaruelos.
golfillos o simplemente niños abandonados serán los protagonistas y el motivo
del cuadro.
Tres muchachos |
Pero la soledad y el
aire melancólico con que Murillo retrató al “Niño espulgándose” (Museo del
Louvre) que por su técnica y el tratamiento de la luz los expertos lo sitúan
realizado hacia 1650 o algo antes (está considerada como la primera obra de carácter
costumbrista de las realizadas por Murillo), desaparecerá en las obras posteriores, con fechas que van de 1665 a
1675 donde aunque sus protagonistas son habitualmente niños mendigos o de
familias humildes, pobremente vestidos e incluso harapientos, sus figuras
transmiten siempre optimismo pues lo que atrae al pintor es el espíritu
infantil siempre dispuesto al juego, por lo que buscará siempre ese momento
feliz.
Esa alegría
infantil, y por tanto el cambio de actitud de Murillo, es la protagonista
absoluta y puede apreciarse en lienzos como “Abuela despiojando a su nieto” (como
contrapunto a la soledad del “Niño espulgándose”), conservado en la pinacoteca
de Munich o “Niño riendo asomado a la ventana” (National Gallerry de Londres).
Niño asomado a la ventana |
El pícaro pasó
también por los pinceles de Murillo surgiendo así “El joven mendigo” (Museo del
Louvre), “Dos niños comiendo melón y uvas” (Pinacoteca Antigua de Munich),
“Invitación al juego de pelota a pala” (National Gallery de Londres) o «La
vieja y el muchacho» (Colección del Duque de Wellington, Londres)..
Invitación al juego de pelota a pala |
Pero Murillo también
diferencia entre el pícaro y los niños abandonados, que vagabundeaban
por las ciudades españolas. y que tenían que ingeniárselas como podían para
poder vivir sin recursos y sin nadie que les ayudara. Estos nos han llegado a
través de los cuadros conocidos como «Dos niños comiendo pastel», «Niños
jugando a los dados» (los dos en la Antigua Pinacoteca de Munich) o «Dos niños
campesinos» (The Governors of Dulwich Picture Gallery de Londres).
Los expertos coinciden en señalar que el marcado acento
naturalista que reflejan las escenas de estas obras tienen como fuentes a
Zurbarán y a Caravaggio y que la pincelada gruesa y pastosa empleada por Murillo es
característica de esta primera etapa, dejando paso en obras posteriores a una
mayor vaporosidad y transparencia (gracias a su contacto con la pintura
veneciana). Además, los detalles de estas obras están captados a la perfección
por lo que dan una clara sensación de realidad.